Sali de mi Residencia para caminar un poco, y conocer a la Gente que forman a la Aldea de la Arena, la gente me veia como si jamás volverian a verme, o como si fuera un fantasma, creo que era por el respeto, pues había oído historias, en que muchas personas de la Aldea me tomaban como si fuera un Semidios, ya que se había dispersado por toda la Aldea, la historia de que yo había matado a un Demonio Inmortal, y que mis poderes eran tan elevados, que podia destruir millas y millas con tan solo pestañear.
Un niño se acerco a mi y me dijo: ¿Es verdad lo que cuentan de ti? ¿Es verdad que eres tan fuerte como un Dios?
Yo le dije: No me acerco a un Dios, pero si quieres, yo te puedo hacer tan fuerte como uno de ellos. Con mucho esfuerzo y dedicacion lo lograras.
Me retiro de la escena, y vuelvo de donde sali, pero estaba seguro de que la gente de la Aldea la haría grande, porque tienen esperanzas... Y creen en mi, ellos saben que yo haré a la Aldea un lugar lleno de shinobis invencibles. Muy Pronto la Aldea de la Arena será llamada, la Aldea de los Semidioses.